EDITORIAL

Apreciad@s amig@s y compañer@: El mundo está viviendo una situación inédita que está produciendo importantes convulsiones sociales con inciertas consecuencias económicas por la virulenta aparición del coronavirus COVID-19. Las prioridades de los estados se conducen a garantizar la asistencia sanitaria y la seguridad en la salud de los ciudadanos, cuestión ésta indiscutible, desde el plano de responsabilidad de los poderes públicos.

Desde el Grupo Social ONCE somos conscientes de la gravedad de la situación y estamos respondiendo con la aportación de nuestra solidaridad en forma de atención directa a las personas con discapacidad con mayores necesidades, (72.000 personas ciegas, de ellos 15.000 mayores de 60 años que viven solos); con la puesta a disposición de las autoridades sanitarias de aquellos de nuestros inmuebles y recursos que puedan ser útiles (nuestras residencias escolares y nuestros hoteles); y con el compromiso colectivo con la suerte que corren nuestros conciudadanos.

Tras el cese de la actividad comercial de nuestros agentes vendedores el pasado 14 de marzo y la interrupción de la actividad en nuestras sedes, la ONCE ha puesto en marcha en todos sus centros equipos de atención básica formados por trabajadores sociales, psicólogos, coordinadores  de voluntariado, maestros, instructores de tiflotecnología, entre otros profesionales, para garantizar la atención básica de las necesidades del colectivo de afiliados, sobre todo, de personas mayores de 55 años que viven solas, con el fin de hacer un seguimiento de su situación y facilitar cualquier tipo de apoyo que puedan necesitar en estos momentos de aislamiento, tales como apoyo psicológico o para la adquisición de alimentos o medicinas.

Pero además de atender las necesidades básicas del colectivo de afiliados, la ONCE debe garantizar también el funcionamiento básico del resto de áreas de gestión, tales como la de recursos humanos, el área económico financiera o el servicio de salud laboral. En Galicia, en concreto, en este momento se encuentran prestando sus servicios una trentena de profesionales adscritos a la sede de la Delegación Territorial de Galicia, a la Dirección de Apoyo de Vigo y al Centro de Recursos Educativos de Pontevedra, además de todos los responsables de los distintos centros de la ONCE de Galicia, y todos ellos, prestando sus servicios desde sus domicilios a través de medios telemáticos. Los trabajadores y afiliados que lo precisen, pueden contactar telefónicamente con los responsables de su respectivo centro ONCE llamando a los teléfonos habituales para solicitar cualquier información o servicio y se les dará respuesta lo antes posible.

Por otra parte, la Organización ofrece a sus afiliados una amplia oferta cultural a través de su página web en la sección Club ONCE, a la que pueden acceder todos los afiliados que dispongan de acceso a un ordenador o un smartphone. Esta sección de nuestra página web incluye una magnífica biblioteca digital con más de 61.000 titulos, una videoteca con más de 700 películas, series y documentales accesibles mediante audiodescripción, diversas secciones con publicaciones periódicas de temáticas variadas, una visita virtual a nuestro Museo Tiflológico, entre otras muchas posibilidades para acceder a la cultura y al conocimiento. Estos recursos culturales constituyen una excelente alternativa para ayudarnos a sobrellevar mejor el periodo de aislamiento social que estamos viviendo.

También se mantiene operativo el servicio de televenta del Centro de Tecnología e Innovación de la ONCE (C.T.I) que posibilita la adquisición de cualquier artículo básico que necesite el colectivo de personas afiliadas (un bastón de movilidad, un termómetro accesible, etc).