Alumnado ciego de Galicia y Asturias participaron en ‘Descubriendo tus superpoderes’

Tras dos años de pandemia, entre los días 27 de junio y 2 de julio, se retomó la celebración presencial del Servicio de Escolarización Combinada/Compartida (SECC) del CRE de Pontevedra para estudiantes afiliados a la ONCE de Galicia y Asturias.  En esta ocasión, el lema era ‘Descubriendo tus superpoderes’, ya que los 19 participantes pudieron saber en cuál de las actividades propuestas destacaban.

La mayor parte de ellos (13) cursa Educación Secundaria Obligatoria, tres están en Bachillerato, dos estudian sexto de Educación Primaria y una cursa estudios en la Escuela Oficial de Idiomas.

Este año, los cursos del SECC fueron tres. De lunes a viernes, por las mañanas, los participantes realizaban actividades deportivas. Los objetivos principales eran que el alumnado conociese diferentes deportes mediante salidas a distintos escenarios de aprendizaje y que se animase a practicar aquel que más le interesase, en función de las posibilidades de su lugar de residencia. Por ello, los participantes se iniciaron en cinco deportes distintos. El lunes conocieron las piezas y los movimientos básicos del ajedrez, con la colaboración de la Escola Xadrez Pontevedra.

El martes realizaron senderismo, con el acompañamiento de personas jubiladas de la asociación Vai polo río, que les enseñaron cómo son algunos árboles, plantas y frutos y les dieron información sobre lo que los rodeaba en los lugares por los que pasaban.

El miércoles le tocó el turno al judo, con la colaboración del Centro Galicia Sur. La actividad se desarrolló en Vigo y los participantes aprendieron los agarres, los nombres de las técnicas y algunas proyecciones.

Al día siguiente, el remo fue el protagonista de la mañana, de la mano del Club de Remo Vila de Cangas. En esta jornada, el estudiantado, dividido en dos grupos, pudo realizar ejercicios de fortalecimiento, la técnica de remo y tres salidas en una trainerilla.

La mañana del viernes estuvo dedicada al goalball. Las especialistas en educación física del CRE coordinaron la actividad. Esta comenzó con el alumnado dividido en dos grupos, con el fin de hacer juegos, reconocimiento de líneas del campo, pases y lanzamientos. Finalmente, los dos equipos se juntaron en un mismo espacio para jugar un partido.

Las actividades de las tardes fueron diferentes. El lunes, el miércoles y el viernes se desarrolló el curso de Makers. En él, los jóvenes conocieron la metodología Steam, que consiste en aprender creando para resolver problemas. Los objetivos eran tratar de resolver cómo funcionan las cosas y de adaptarlas a las propias necesidades. Para ello, el alumnado comenzó conociendo cómo funciona un motor y cómo accionarlo por medio de un interruptor.

Después se dividieron en equipos para construir coches, hormigas gigantes o cohetes usando materiales reciclados, como tapones, latas de refrescos, palos de helados o brochetas de madera. Finalmente, los participantes diseñaron robots utilizando motores, interruptores, porta pilas y otros materiales reciclados.

Se ha optado por la alternativa de reciclar y reutilizar materiales para conseguir la mayor sostenibilidad posible y tratar de reducir la contaminación en los cursos del SECC, aspectos que se buscan en las actividades organizadas por la ONCE.

Las tardes del martes y del jueves estuvieron destinadas a un curso denominado ‘Periodismo en línea’, una actividad en la que primaban la metodología cooperativa y la técnica de la lectura compartida. Los objetivos del curso eran la animación a la lectura a través de la novela negra, la investigación y el trabajo cooperativo, que favorece la inclusión de todo el alumnado. Los libros de los que se leyeron fragmentos fueron ‘Belleza roja’, de Arantza Portabales; ‘Infamia’, de Ledicia Costas, y ‘Los niños de la viruela’, de María Solar.

Para lograr los propósitos del curso, el alumnado se dividió en cinco equipos. Cuatro de ellos leían, resumían la lectura realizada y comentaban aspectos sobre la misma. El quinto, con dos ordenadores, investigaba aquellos aspectos que generaban curiosidad, tales como características de las autoras de los libros, aspectos de sus biografías, casos reales que se mencionan en las novelas y muchos otros. En equipo todos podemos aportar algo.

El sábado por la mañana tuvo lugar una sesión de evaluación del SECC con los participantes. En ella, se analizaron los aprendizajes obtenidos y se les preguntó a los jóvenes qué mejorarían del SECC, qué cambiarían y cómo les gustaría que fuese en futuras ocasiones. En una entrevista, la pedagoga del CRE señaló que, para hacer algo en educación, es necesario innovar, incluso sobre el mismo tema. “Si te aburres tú, aburres a los demás”, apuntó.

Además, se intentó que el estudiantado, durante el SECC, mejorase su autonomía personal. Se evaluó con mayor intensidad por la mañana y al mediodía, pero fue objeto de consideración durante toda la semana.

Las monitoras y los profesionales entrevistados coincidieron en que el SECC ha sido, para ellos, una experiencia con aportaciones positivas. Subrayaron los aprendizajes que obtuvieron de los participantes, complementados, en algún caso, con la diversión. “Cada SECC es un momento para aprender de los jóvenes y una oportunidad para hacer las cosas de manera diferente”, apuntó la pedagoga del CRE, añadiendo que “es un momento para compartir”. Por su parte, los jóvenes terminaron la semana creando una red cooperativa, según explicó una monitora.

En conclusión, el SECC ha sido una semana de aprendizajes para los estudiantes, los profesionales y los monitores y cuidadores/educadores. El equipo formado por el personal del CRE, el personal externo y el estudiantado ha trabajado para que la convivencia, los aprendizajes, la diversión y el hecho de compartir experiencias y oportunidades estuviesen garantizados. Innovando se aprende y cooperando se incluye a todas las personas.