ONCE Galicia estrena la figura del promotor de braille para adultos que acaban de perder la vista

Desde el pasado 17 de enero, Galicia cuenta con una nueva figura profesional para potenciar el conocimiento y uso del sistema de lectoescritura Braille. Se trata del promotor Braille, que se encargará de la enseñanza a personas afiliadas adultas en todos los centros, así como la coordinación de los Clubes Braille existentes y la puesta en marcha de los mismos en los centros que aún no disponen del mismo. También se ocupará de todo tipo de acciones de difusión y visibilización del sistema Braille tanto dentro como fuera de nuestra Organización. La persona que se ocupará de estas tareas en Galicia es la afiliada Corina Alfonso Mañá.

Dentro de su modelo de atención personalizada a personas ciegas o con baja visión, la ONCE ha puesto en marcha este nuevo servicio consistente en la figura del promotor de braille para adultos, que se está comenzado a implatar en algunos centros, como es el caso de Galicia. El objetivo a medio plazo es que haya hasta 22 profesionales ocupándose de esta labor en todo el territorio nacional.

Hasta el momento, la ONCE viene garantizando el aprendizaje del braille desde temprana edad a través de su modelo personalizado de atención educativa, pero es frecuente que personas que pierden la visión a partir de cierta edad muestren reticencias a acercarse a esta forma de comunicación al tener la percepción de que les va a resultar muy difícil el aprendizaje.

Por ello, el objetivo de este nuevo servicio del promotor de braille es intensificar la enseñanza para personas que pierden la visión en edad adulta, una labor que en los últimos años se ha venido haciendo a través de los instructores de tiflotecnología, pero que la ONCE entiende que es necesario actualizar.

La formación se realiza a través de diferentes metodologías y de una manera personalizada al nivel funcional que necesite cada usuario. El objetivo principal es que cada usuario determine hasta dónde quiere aprender braille y para qué lo necesita. Que sea capaz de leer etiquetas de medicamentos para saber cuál tiene que tomar, o de leer cartelas en museos o de etiquetar su ropa para diferenciar los colores y pueda combinarlos al vestirse son aspectos fundamentales para mejorar su calidad de vida y su nivel de autonomía personal.

Desde la ONCE se impulsa el uso del braille con el objetivo de que las personas afiliadas a la Organización y el resto de la ciudadanía puedan conocer y disfrutar de este código de lectoescritura desde todos sus ámbitos: educativo, cultural, el uso del braille en la vida cotidiana, en el ocio y en muchas otras vertientes.

El conocimiento y el uso del braille es ya habitual en colegios y universidades y todo tipo de establecimientos se servicio público, y está presente en envases de productos alimenticios y de medicamentos, botoneras de ascensor, cartas de restaurantes, etc., lo que supone una gran mejora en la vida cotidiana de las personas ciegas o con baja visión.