X Escuela Deportiva en el CRE de Pontevedra, para el alumnado de Galicia y Asturias

El CRE de Pontevedra ha celebrado su X Escuela Deportiva, destinada al alumnado de Galicia y Asturias. Las actividades se celebraron del 20 al 22 de octubre.

Por la mañana, la tripulación pirata veterana, antes del entrenamiento de los marineros de agua dulce (aprendices a piratería), estuvo recordando los viejos tiempos, y decidió pedir la ayuda de éstos para encontrar un viejo cofre del tesoro escondido, y que a su vez formase parte de su entrenamiento. ¡Por las barbas de Neptuno! ¡Le dieron la oportunidad de convertirse en los mejores piratas de toda la historia! 

Avisaban que sería un entrenamiento duro, pero que el premio valdría la pena. Y los que accedieron (que fueron todos) se pusieron en la piel de un auténtico pirata. Primero crearon sus propias tripulaciones piratas, nombraron un capitán, un artillero y un cirujano y designaron sus funciones; establecieron su propia señal identificativa y las estrategias de lucha contra las demás: “Los muertos no hablan". 

Hicieron kilómetros buscando pistas, surcaron mares, atravesaron selvas y resolvieron retos para dar con el cofre del tesoro. Algunos de esos retos fueron crear menús saludables, hacer coreografías, ritmos, retos físicos complicados, duelos contra las veteranas… En la prueba final, una tripulación sola no conseguiría el cofre del tesoro y decidieron unirse todas para trabajar contrarreloj. Lamentablemente no consiguieron arrebatarle el cofre a la tripulación veterana; pero ésta como maestra de las tripulaciones de aprendices y evaluando el esfuerzo de cada una de ellas, tuvo a bien repartir el botín tras la gran comilona.

Para continuar la formación pirata, nos dirigimos a la ría de Vigo, concretamente al puerto deportivo de Moaña y, una vez allí, embarcamos en unos veleros para surcar las aguas. No tuvimos mucha suerte con el tiempo, o sí, depende del punto de vista. No nos mojamos porque llover no llovió nada; pero nos faltó un poco de aire para notar el empuje del aire en la vela y tener esa sensación de cazar vela; pero aprendimos lo fundamental: las partes, el funcionamiento, el manejo del timón, cazar vela. Y surcamos las aguas a toda velocidad gracias a la modernización y el uso de una embarcación moderna con motor.

Para finalizar la formación, el domingo nos dirigimos a la piscina para aprender a defendernos ante un naufragio y a esquivar buceando obstáculos caídos de los barcos.

La tripulación veterana se despide de los ya no tan aprendices con una sonrisa en la cara y espera verlos de vuelta muy prontito.